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La firma francesa celebra el medio siglo de uno de sus modelos más emblemáticos e icónicos, el R5 y los años le sientan bien a los modelos más veteranos que cada vez se cotizan mejor en el mercado de clásicos.

En 1972 salía al mercado la primera generación del mítico Renault 5, un modelo urbano que rompió moldes con su innovador diseño, sus paragolpes en material plástico, un práctico portón trasero y sus pilotos posteriores verticales. No era un ejemplo de aprovechamiento del espacio interior por su motor longitudinal pero se convirtió en un icono de diseño y sus ventas fueron un verdadero éxito.

El anuncio por parte de Renault de que el nuevo R5 sería eléctrico y con un estilo muy similar al de su antecesor de hace medio siglo, no ha hecho más que poner en valor las unidades que todavía ruedan por toda Europa (e incluso por Estados Unidos donde se vendió como Renault Le Car), algunas de ellas en muy bien estado, lo que demuestra su fiabilidad. Es algo parecido a lo que ocurrió en 2007 con el lanzamiento de la nueva generación del Fiat 500, los pequeños 500 de la primera generación se pusieron de moda y sus precios se dispararon. Lo más “chic” en París, Roma o Milán era conducir uno de esos pequeños 500 con motor trasero.

Las subastas francesas son las que más unidades del utilitario de Renault ofrecen y la de Osenat en Fontainebleau del 18 de julio es una perfecta muestra de que el R5 está de absoluta actualidad. Nada menos que nueve R5 se pondrán a la venta, una variedad que casi permite hacerse con una colección completa de todas las versiones que tuvo el urbano francés. Podemos encontrar desde un básico y alegre R5 L de 1977 en color naranja con un precio estimado entre los 7.000 y los 9.000 euros, hasta un Renault Super 5 GT Turbo de 1989 que se dispara hasta los 35.000 euros.

También podemos encontrar un interesante R5 Alpine, que en España se llamó Copa Turbo, en un precioso azul metalizado con un precio de entre 19.000 y 21.000 euros. Para los amantes de las ediciones especiales, un Campus de 1982 en color granate tiene una estimación de salida de 10.000 a 12.000 euros. A nosotros los que nos parecen más interesantes son los modelos más básicos de los primeros años, como el de color ocre, un L de 1977 que tiene una estimación de entre 8.000 y 10.000 euros.

Sin duda cuando el nuevo R5 eléctrico muestre su aspecto definitivo y se abra el plazo de reservas, los R5 “antiguos” volverán a cotizar al alza y tendrán un nuevo periodo de esplendor que los convertirá en el coche más “cool" durante una temporada, aunque a un precio bastante elevado como puede verse en los precios de salida de esta subasta.