José Ottonelli, el duende de los mosaicos

2022-09-10 02:31:33 By : Ms. Tele Mall

En la calle Fleming 450, entre San Juan y Catamarca en un austero y amplio taller que trae reminiscencias de viejas épocas en que cada objeto se hacía de forma artesanal, José Ottonelli, un emprendedor en el más amplio sentido de la palabra, fabrica mosaicos que remiten a aquellos antiguos pisos de las casas de nuestros abuelos, perdurables, inalterables, queribles.     Ese taller abrió sus puertas para que se pudiera conocer de forma directa cómo es el proceso. Para ello se vale de una matriz, una plancha, una tapa, un brazo con una prensa hidráulica.     Los colegas de "El Diferente" tuvieron la posibilidad de participar de ese proceso y compartirlo.      José comenta que aprendió el oficio en San Gregorio, en una fábrica cerrada hace más de tres años, de ella recuperó y recicló los moldes y otras herramientas. Se perfeccionó en Rosario, donde pudo actualizar técnicas. Asegura que la mano de obra perdura, lo que cambió radicalmente es el fraguado, ya que el cemento cambió. Hoy por hoy se necesita menos tiempo del mosaico en el agua. Antes se debía dejar una semana, hoy basta con ocho horas de fraguado. Luego de ese proceso se limpia uno por uno. En tres días de secado están listos para colocar y no se necesita contrapiso, se pegan con cemento común.      Para la elaboración se usan ferrites, cemento blanco, marmolina, cemento común, una baña y una seca que es arena y piedra. Se fabrican de distintas medidas, 15x15,  20x20,  30x30, la clásica vainilla para veredas (las de mayor demanda), la rosarina, de cuatro pancitos (típica de las veredas de Rosario)y creación propia la marmolada del color que elija el cliente. Se puede dejar rústico o pulirlo después  de la colocación.     Asegura que su costo no es mayor que el de un cerámico y la duración es la de las antiguas baldosas que aún perduran. Una opción más que tentadora.