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Lea las cinco noticias principales de este viernes, 2 de septiembre de 2022
Un peatón rodeando ayer la zona acordonada en Pardaleras. / J. V. Arnelas
El Ayuntamiento de Badajoz indicó este lunes que espera reabrir la calle Moreno Zancudo y la avenida de Pardaleras mañana por la tarde. En ambas vías se localizaron edificios con peligro de derrumbe, por lo que el Consistorio ha tenido que realizar una obra de urgencia para colocar un andamio de seguridad que impida que se vengan abajo los inmuebles.
El primer caso se descubrió el viernes 16 de marzo en Moreno Zancudo, la antigua calle Zapatería, que es el principal acceso a la Plaza Alta. Los números 20 y 22 se acordonaron tras detectar la caída de cascotes en el interior de la estructura. Se trata de dos edificios de titularidad privada que están pendientes de un proyecto de rehabilitación para convertirse en una escuela de flamenco, pero los técnicos municipales decidieron que debían proteger la zona por el riesgo inminente de algún derrumbe.
Finalmente el lunes pasado el Ayuntamiento anunció que intervendría de urgencia para instalar un andamio exterior de seguridad y tratar de reabrir la calle antes de Jueves Santo, ya que esa tarde se prevé que La Concepción pase por este punto para realizar su tradicional viacrucis en la Plaza Alta. En principio esta previsión se podrá cumplir.
El Ayuntamiento detalló este lunes que ya se han desencofrado los pilares de hormigón sobre los que se instalará el andamio. Es decir, se colocaron unos moldes delante de la fachada para verter hormigón y ya se ha endurecido. Hoy se espera que se instalen las piezas de metal que unirán la fachada a estos bloques para dar seguridad a la estructura y mañana se reabriría la vía.
El impacto visual del andamio es muy grande en un punto emblemático de la ciudad. Por esa razón los vecinos y comerciantes de la zona han solicitado que sea una solución temporal y que el andamio sea eliminado lo antes posible. Cerca de allí, en la calle Norte, destacan, hay una estructura similar que lleva instalada tres años y medio y no se le ha dado solución.
El problema en Pardaleras, además del peligro de derrumbe, han sido los atascos. En este caso el riesgo se detectó hace seis días en un inmueble que lleva declarado en ruinas desde 2012 y cuyos vecinos instalaron un andamio exterior de seguridad a la espera que de Aqualia repare la estructura. La empresa concesionaria del servicio de agua ha sido condenada a arreglarlo porque sus cimientos se deterioraron debido a una fuga en una tubería. Mientras se esperan las obras, la situación del edificio se ha ido deteriorando aún más y el miércoles pasado los técnicos municipales, tras detectar que las grietas se ampliaban, cortaron la avenida de Pardaleras y la calle Rivillas ante el miedo de que se cayese sobre los coches o los peatones.
En estos días, esa restricción de tráfico, ha dificultado mucho la circulación en la zona. El Ayuntamiento está instalando un segundo andamio para reforzar el que ya existía y espera poder reabrir las calles mañana.